INTRODUCCIÓN

La sociedad está formada por individuos que tienen relaciones precisas y más o menos estables, y está determinada por el carácter de esas relaciones. Las ciencias sociales se encargan de estudiar cómo cambian esas relaciones a lo largo del tiempo.
La economía política es generalmente aceptada como una ciencia social, en cambio, el profesor Lionel Robbins relaciona la definición de economía con el estudio de las causas del bienestar material, lo que haría incluir en la economía a otras ciencias naturales y aplicadas que el economista no domina.
Según el profesor Robbins “La Economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios limitados que tiene diversa aplicación”. El considera el sistema económico en términos de relaciones entre hombres y cosas, a diferencia del resto de economistas, que la consideran como una relación entre hombres y hombres (relaciones sociales).
Lo que apunta el profesor Robbins no significa que los economistas modernos no se interesan por las relaciones sociales. Los conceptos de la teoría económica han perdido el contenido social, pero siempre se puede tropezar con las relaciones sociales y habitualmente el contenido social entra a discusión (principalmente en el plano de la aplicación).
La teoría económica toma términos del lenguaje corriente y los despoja de su contenido social. Por ejemplo el término salario, que en el lenguaje corriente significa las cantidades de dinero pagadas a intervalos cortos, por un patrono a sus obreros asalariados. La teoría económica redefine el término como el producto (expresado en valor o en términos físicos) que es imputable a la actividad humana empeñada en un proceso productivo en general.
A menudo se considera el salario de productividad como el salario razonable, pero esto no es cierto, ya que como señala el profesor Pigou: el obrero es explotado si recibe por salario menos que el valor del producto físico marginal de su trabajo. Y no hay que confundir la definición de salario, con el hecho ce que este sea razonable o no.
Los economistas están obviando la exploración sistemática de las relaciones sociales inscritas en el lenguaje cotidiano del mundo de los negocios. En este contexto, la economías política no aportar conocimiento sobre el papel del elemento económico de las relaciones sociales.
A la hora de abordar el libro, no se va a hacer una crítica de los economistas contemporáneos, sino que vamos a acudir a la teoría marxista para estudiar los problemas económicos de otra manera que quizás permita aprender de la obra de Marx